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digital de la Editorial Puerto Libro editorialpuertolibro@gmail.com AÑO IV – Nº
31 - septiembre de 2015
Capitán a cargo de la bitácora: Eduardo
Juan Foutel - Blog: foutelej.blogspot.com
Los capitanes en su cuaderno de bitácora,
permanentemente, dejan debida constancia de todos aquellos acontecimientos que,
de una forma u otra, modifican la rutina diaria. En esta Carpeta de Bitácora
–desde este Puerto- trataremos de ir
dejando nota de aquellos hechos que entendemos son merecedores de ser
destacados.
Días atrás, conversando
en este Puerto con un grupo de amigo, vino al grupo la vieja película “Muerte
en Venecia”. Por supuesto además del laureado cineasta italiano Visconti
necesariamente apareció la figura de Tomás Mann.
Fue esta circunstancia
que me hizo pensar que debía dejar constancia en esta Bitácora y es así pues
que paso a dejar nota del autor de la novela corta Muerte en Venecia de la cual muchos dicen que algo tiene de
autobiográfica.
Thomas Mann
Thomas Mann (Lübeck, Imperio alemán, 6 de junio de 1875 – Zúrich,Suiza, 12 de agosto de 1955) fue un escritor alemán nacionalizadoestadounidense. Considerado uno de los escritores europeos más importantes de su generación, Mann es recordado por el profundo análisis crítico que desarrolló en torno al alma europea y alemana en la primera mitad del siglo XX. Para ello tomó como referencias principales a la Biblia y las ideas de Goethe, Freud, Nietzsche y Schopenhauer.
A pesar de que su obra más conocida sea la novela La montaña mágica, Thomas Mann recibió el Premio Nobel de literatura en 1929 «principalmente por su gran novela, Los Buddenbrook, que ha merecido un reconocimiento cada vez más firme como una de las obras clásicas de la literatura contemporánea».
. Thomas Mann (Lübeck, Imperio alemán, 6 de junio de 1875 – Zúrich,Suiza, 12 de agosto de 1955) fue un escritor alemán nacionalizado estadounidense. Considerado uno de los escritores
europeos más importantes de su generación, Mann es recordado por el profundo
análisis crítico que desarrolló en torno al alma europea y alemana en la
primera mitad del siglo XX. Para ello tomó como referencias principales a la Biblia y las ideas de Goethe, Freud, Nietzsche y Schopenhauer.
A pesar de que su obra más conocida sea la novela La montaña mágica, Thomas Mann recibió el Premio Nobel de
literatura en 1929 «principalmente por su gran novela, Los Buddenbrook, que ha merecido un
reconocimiento cada
Infancia
y juventud (1875-1894)
Paul Thomas Mann nació el 6 de junio de 1875 en una
acaudalada familia de Lübeck,
entonces un estado federado del recientemente creado Imperio alemán. Thomas Johann Heinrich Mann, su
padre, era el propietario de una compañía dedicada al comercio de cereales que
llegaría a ser senador del estado y se había casado con Julia Da Silva-Bruhns,
nacida en Brasil y de educación católica, que procedía de una familia de comerciantes
germano-brasileños. La pareja tuvo cinco hijos: el mayor, nacido en 1871, fue
el también famoso novelista Heinrich
Mann y, después de Thomas,
otros tres, Julia (1877-1927), Carla (1881-1910) y Viktor (1890-1949).
Mann fue bautizado el 11 de junio en la Iglesia de Santa María, templo luterano a cuya reconstrucción contribuyó tras la Segunda Guerra Mundial. Como era norma en las
clases altas no acudió a la escuela primaria sino que recibió educación
privada. En 1882, ingresó en un liceo en el que debía realizar seis cursos,
aunque no era buen estudiante y debió repetir un año. Después pasó en 1889 al
Katharineum, un prestigioso instituto de bachillerato en el que, destinado como
estaba al comercio, no recibió la educación clásica en humanidades sino el Realgymnasium, una enseñanza en
lenguas modernas más adaptada al uso práctico.
Con un rendimiento académico bastante escaso, pocas de
las referencias culturales de Mann proceden de su etapa escolar, quizá con la
excepción de sus conocimientos de latín. En particular, su aprendizaje literario y artístico fue
esencialmente autodidacta siguiendo en estos años los pasos de Heinrich, su
hermano mayor. Schiller, Heine, Nietzsche, Hermann Bahr y Paul Bourget fueron sus primeras lecturas independientes. También se
sintió fascinado, aunque no debido a la influencia de Heinrich, por la música
de Wagner, afición que atribuiría posteriormente a muchos de sus
personajes.
De sus años en el Katharineum proceden los
primeros datos conocidos sobre la vida amorosa del joven Mann. Para estos
aspectos más personales de su biografía la información disponible proviene
principalmente de sus memorias (Relato de mi vida, 1930), de sus diarios
(aunque en 1896 quemó los correspondientes a su adolescencia dejó muchas
referencias en años posteriores) y
de la gran cantidad de correspondencia que se conserva, tanto suya propia como
la de otros, para este periodo sobre todo la mantenida entre su hermano
Heinrich y sus amigos comunes. Además,
y esto es muy característico de su concepción de la literatura, existen gran
cantidad de alusiones autobiográficas, frecuentemente inequívocas, dispersas en
toda su obra.
Probablemente en el invierno de 1889, se
sintió atraído por su compañero Armin Martens, a quien inmortalizó como Hans
Hansen en su novela de 1903 Tonio
Kröger. Muchos años después, en 1955, en una carta dirigida a otro alumno
del Katharineum, definió a Armin como «su primer amor» y le reveló que al
confesar a este sus sentimientos «no supo qué hacer» con ellos. Al año siguiente, conoció a Williram
Timple, en cuya casa se alojaría un tiempo antes de su marcha aMúnich y con
quien no llegaría nunca a sincerarse como hizo con Armin. Willri aparece en La montaña mágica «sublimado» como Pribislav Hippe, un compañero de clase de Hans Castorp; el
hilo conductor de este personaje es el préstamo de
un lápiz, préstamo que se acompaña de connotaciones amorosas: en 1953, paseando
por Lübeck, Thomas Mann aún rememoraba a William Timple y a su lápiz, que había
existido realmente. Williram,
Armin y Thomas asistían por entonces a unas clases de baile y, si hacemos caso
a la ficción, en ellas una muchacha, Magdalena Brehmer (Magdalena Vermehren en Tonio Kröger), se enamoró de
Thomas, sin que haya indicios de que aquello llevara a ningún tipo de relación
entre ambos.
Ya en su juventud, Mann escribía con
propósitos serios, pero en estos años no se consideraba a sí mismo un narrador
sino un «poeta lírico-dramático». Componía poesía al estilo de Heine, Schiller
o Theodor Storm, además de algunas obras de
teatro a las que Mann aludiría posteriormente siempre de forma despectiva y que
acabó destruyendo, por lo que se conservan pocos textos suyos de juventud. En
1893, editó con su amigo Otto Grautoff una revista llamada Der Frühlingssturm (Tormenta de primavera) de la
que se conserva un número que contiene un ensayo sobre Heine, algunas poesías y
un relato titulado «Visión». Mann afirmó más tarde que estos primeros intentos
con el género narrativo se inspiraban en el grupo de los simbolistas vieneses encabezado
por Hermann Bahr.
A los cincuenta y un años de edad, el 13 de
octubre de 1891, murió su padre tras dejar en su testamento dispuesta la
liquidación de la empresa y, unos meses después, su madre se mudó con los tres
hijos pequeños a Múnich. En
cuanto pudo disponer de ella, la herencia paterna le proporcionó una renta
mensual de entre 160 y 180 marcos, cantidad que en la época permitía por sí sola vivir con
holgura, hasta que la guerra y la posterior hiperinflación de 1923 hicieron que perdiera todo su valor.
Múnich
(1894-1913)
Tras terminar sus estudios en el Katharineum, sin haber
obtenido el título de bachiller, se
reunió a finales de marzo de 1894 con su familia en Múnich, al principio en casa de su madre y después en sucesivos
domicilios propios, siempre en el barrio bohemio de Schwabing. En octubre de ese mismo año ya
consiguió publicar en la revista Die
Gesellschaft una novela
corta, La caída. También
acudió como oyente durante dos semestres a la Universidad Técnica de
Múnich donde recibió clases de economía, mitología, estética,
historia y literatura, hasta que, en julio de 1895 y en compañía de su hermano Heinrich,
hizo su primer viaje a Italia, donde permaneció hasta octubre visitando Palestrina y Roma. En agosto también comenzó su colaboración para la
revista nacionalista y conservadora Das
Zwanzigste Jahrhundert, en la que durante algo más de un año publicó ocho
artículos, casi todos reseñas.15 Tras ver rechazadas varias publicaciones finalmente la
revista Simplicissimus le acepta La voluntad de ser feliz,
relato escrito en diciembre de 1895 al que siguió un año después El pequeño señor Friedemann, la
obra que le permitió comenzar a hacerse realmente un nombre como escritor.
Entre octubre de 1896 y abril de 1898 viajó de nuevo por
Italia en compañía de Heinrich. En esta ocasión visitaron Veneciay Nápoles para regresar nuevamente a Palestrina y Roma, donde en
octubre de 1897, en el apartamento de Heinrich en laVia Torre Argentina 34, comenzó la redacción de su primera gran obra, la novela Los Buddenbrook. Al volver de Italia
Mann comenzó a trabajar, hasta enero de 1900, en la revista Simplicissimus y realizó un breve servicio militar a
la vez que seguía puliendo el manuscrito de Los
Budenbrook, que entregó para su publicación a finales de 1900, aunque no se
imprimió hasta octubre de 1901. A
estos años corresponden sus lecturas de Schopenhauer, autor al que seguramente llegó por intermedio de Nietzsche, y que tuvo gran influencia tanto en esta su primera gran novela como en
el resto de su obra.18Algunas otras obras suyas de finales de siglo (poemas,
dramas, novelas cortas y ensayos) no se han conservado porque posteriormente
las consideró de poco valor y destruyó. Entre 1900 y 1903 mantuvo una intensa
amistad de connotaciones homoeróticas con el pintor y violinista Paul Ehrenberg. Mann
reflejó su relación con Ehrenberg en muchos de sus libros, sobre todo en Doctor Faustus, obra que escribió en
los años 1940, pero cuyos apuntes preliminares datan de 1901; en ella el personaje de Rudi
Schwerdtfeger es el alter ego de Ehrenberg. A través de sus cartas y diarios
también se tiene noticia de una joven muniquesa a la que trató en los meses previos a su primer viaje a
Italia y de Mary Smith, una
turista inglesa a la que conoció durante el mes que pasó en Florencia en 1901. En
ambos casos la descripción de Mann hace pensar en un cortejo serio con fines
matrimoniales.
A finales de 1903 o principios de 1904 conoció a Katia Pringsheim, hija de una prominente
familia de intelectuales y artistas de origen judío cuyo padre, Alfred Pringsheim, era un famoso matemático, estudios que ella misma cursó, de forma un
tanto excepcional en la época.23 Se comprometieron el 4 de octubre de 1904 y la boda tuvo
lugar el 11 de febrero de 1905; ceremonía que no pudo celebrarse por la iglesia
ya que el padre de Katia se oponía a una boda protestante y ella misma no
profesaba religión alguna. Los
Mann tuvieron seis hijos: Erika (1905–1969), Klaus (1906–1949), Golo (1909–1994), Monika (1910–1992), Elisabeth (1918–2002) yMichael (1919–1977), todos los cuales llegarían a adquirir mayor o menor relevancia
por derecho propio.26 Mann utilizó como materia literaria en la novelaAlteza
Real su noviazgo y boda con
Katia (Imma Spoelmann) y hasta llegó a reproducir alguna de las cartas que
intercambiaron, pero a causa de
sus nuevas relaciones familiares estas alusiones autobiográficas empezaron a
causarle problemas y tuvo que retrasar la publicación de Sangre de Welsungos cuando se interpretaron como antisemitas algunos de sus pasajes.
El 30 de julio de 1910 la hermana de Mann, Carla, se
suicidó en la casa familiar de Polling (Weilheim)
adonde su madre se había mudado en 1906. Carla, una actriz sin demasiado éxito,
estaba a punto de casarse cuando fue víctima del chantaje de un antiguo amante
y acabó con su vida al no encontrar apoyo en su futuro marido. La reacción de
Thomas, que reprochó a Carla no haber buscado refugio en la familia, fue una de
las causas del inicio del distanciamiento con su hermano Heinrich.
Los años previos a la guerra la fama y el prestigio de Mann no dejaron de crecer a la vez que su
posición social: construyó en 1908 una gran casa de veraneo en Bad Tölz y una mansión familiar en Múnich a la
que se mudaron en enero de 1914. Pero a la vez son también años de inseguridad
literaria en los que inició muchos proyectos que no llegó a culminar, algunos
definitivamente abandonados, como una obra sobre Federico el Grande y la novela social Maya. Quizá la única gran obra de esta época
sea La muerte en Venecia, en la que el famoso escritor Gustav von Aschenbach no es otro que el
mismo Thomas Mann: incluso le atribuye la autoría de sus obras inacabadas y la
paternidad de algunos personajes de Los
Buddenbrook. El episodio proviene de una visita que Mann realizó a Venecia
en 1911, cuando también se alojó en el Grand Hôtel des Bains del Lido y tuvo ocasión de admirar a un joven
polaco, identificado en 1965 como el barón Wladyslav Moes, Tadzio en la novela.
La
Primera Guerra Mundial (1914-1918)
Al estallar la Primera Guerra Mundial Mann adoptó una postura decididamente nacionalista y se sumó al entusiasmo beligerante mayoritario hasta el
punto de que, en 1917, invirtió en los bonos de guerra alemanes que después perderían todo su valor los ingresos
conseguidos por la venta de su casa de Bad Tölz. Asimismo apoyó el esfuerzo
bélico con varios ensayos, entre ellos Reflexiones
durante la guerra (1914), Cartas desde el frente (1914), Federico y la gran coalición (1915) y sobre todo Consideraciones de un apolítico (1915-1918).
Las Consideraciones estaban pensadas inicialmente como un
simple artículo, pero en 1915 Heinrich Mann publicó su obra Zola, donde se oponía
decididamente al militarismo alemán y atacaba frontalmente las tesis de su
hermano, lo que hizo que este ampliara su ensayo hasta las dimensiones de un
gran libro. Estas diferencias
provocaron la ruptura total entre ambos y solo se reconciliaron cuando en 1922
Heinrich contrajo una enfermedad que puso en grave peligro su vida.
La
República de Weimar (1919-1932)
Aunque Mann, como intelectual, siempre se implicó en todo
tipo de asuntos públicos, la evolución de sus ideas políticas no siguió nunca
unas líneas demasiado coherentes. Inclinado en principio, por temperamento y
también bajo la influencia de Katia, a partidos nacionalistas moderados,
representantes de una burguesía liberal al estilo delDVP de Gustav Stresemann, osciló entre citar con cierta aprobación
a autores comoOswald Spengler o incluso Houston Stewart Chamberlain y Dietrich
Eckart, y mantener una
postura ambivalente tanto frente a la Revolución rusa como a la República Soviética de
Baviera, cuya breve existencia experimentó personalmente. En
todo caso, el final de la guerra y su resultado le llevaron a convertirse en un
destacado defensor de la República de Weimar: no solo hace constar su respeto por líderes socialdemócratas como Philipp Scheidemann y sobre todo Friedrich
Ebert, a quien conoce y frecuenta,38 sino que no duda en firmar manifiestos de apoyo o incluso
aceptar cargos, como el de miembro del Consejo Censor Cinematográfico, y más tarde de la Academia de las Artes de
Prusia, cuya sección de literatura contribuyó a fundar.40 Particularmente importante, y en abierto contraste con
muchos intelectuales de tendencias inicialmente conservadoras y nacionalistas
como las suyas, fue su temprana oposición frontal al nazismo. En 1921, cuando el movimiento estaba todavía en
formación, ya lo calificó de «disparate con esvástica», y posteriormente, a
pesar de que él mismo utilizaba en sus escritos los estereotipos raciales
extendidos en la época, definió como una infamia elantisemitismo radical del que hicieron bandera los nazis en su ascenso
al poder.
El final de la guerra le permitió continuar sus proyectos
literarios interrumpidos, y así retomó en 1919 la escritura de La montaña mágica, que había comenzado en 1913 y publicó en 1924 con un enorme éxito
inmediato. En la década de 1920
su fama ya era mundial (lo que le proporcionó importantes ingresos adicionales
en dólares durante la hiperinflación de 1922-1923) y no cesó de recibir
honores y reconocimientos, que culminaron en 1929 con la concesión del Premio Nobel de
Literatura.
En la atmósfera de mayor libertad de los años de Weimar,
Mann se pronunció públicamente con mayor asiduidad sobre temas relacionados con
la homosexualidad, y llegó a firmar una petición al Reichstag para que se revocara su penalización. Plasmó su postura sobre todo en
reseñas y comentarios a obras de autores como Paul Verlaine, Walt Whitman, André Gideo August von Platen, aunque siempre sin
hacer patentes sus preferencias personales, algo sobre lo que siempre evitó que
trascendiera cualquier discusión pública. En agosto de 1927, en Kempen (isla de Sylt), conoció a Klaus Heuser, un joven
por el que se sintió atraído y que pasó a formar parte de su «galería», aunque
años después Heuser afirmó que Mann había malinterpretado sus muestras de
amabilidad. En cualquier caso, repasó las notas sobre el episodio para
incorporar el material en José y sus hermanos, tetralogía que empezó a escribir en 1926.
También en el verano de 1927, se suicidó Julia, la
hermana que le quedaba a Mann y a la que se encontraba muy unido. Se había
casado en 1900 con un banquero, pero el matrimonio resultó un fracaso, tenía
problemas de adicción a la morfina y, finalmente, terminó ahorcándose.
Cuando a partir de 1929 y la Gran Depresión el movimiento nazi comenzó a aspirar seriamente al poder,
Mann no dejó de exponer en público su oposición frontal. El 17 de febrero de
1930 pronunció en Berlín su «Discurso alemán», en un acto al que acudieron Arnolt Bronnen, Ernst
Jünger y su hermano Friedrich para provocar debate, al tiempo que Goebbels daba orden de acudir a una veintena de
miembros trajeados de la SA con instrucciones de prestar apoyo en el previsible
tumulto.46 En 1932, a pesar de considerarlo una figura trasnochada,
no dudó en apoyar la candidatura de Hindenburg a
lapresidencia frente a Hitler.
Exilio
en Suiza y Estados Unidos (1933-1938)
El 11 de febrero de 1933, pocos días después de que el 30
de enero Hitler recibiera el nombramiento de canciller, Mann inició una gira por Ámsterdam, Bruselas y
Parísimpartiendo su conferencia «Pasión y grandeza de Richard
Wagner», que prolonga con unas vacaciones en Suiza. Aunque inicialmente no percibe demasiado peligro, las
noticias que llegan de los excesos que empiezan a cometerse en Alemania hacen
que retrase su regreso y, tras una breve estancia en el sur de Francia, donde
después de unas semanas en Bandol pasó el verano en Sanary-sur-Mer,
se instaló en Küsnacht,
a orillas del lago de Zúrich, su residencia hasta 1938.
El acoso se fue incrementando progresivamente: el 16 de
abril de 1933 un grupo de figuras de la cultura (entre ellos Richard Strauss, Hans Pfitzner, Hans Knappertsbusch, Siegmund von Hausegger y Olaf Gulbransson) firmaron en su contra
el manifiesto «Protesta de la ciudad de Múnich, hogar de Richard Wagner».49 Sus automóviles fueron confiscados (para uso de la SA) y también el 15 de agosto la casa de Múnich (en 1937 se
puso a disposición de la organización Lebensborn y terminó destruida por los bombardeos aliados). Aunque Mann intentó recurrir, parece que el mismo Reinhard
Heydrich se tomó especial
interés en su caso hasta que en diciembre de 1936 terminó retirándole
oficialmente la ciudadanía alemana, si
bien poco antes, el 19 de noviembre, Mann ya había conseguido el pasaporte checoslovaco.
A pesar de todo, y de la insistencia tanto de Katia, como
de Klaus, Erika y Golo; Mann se resistió durante mucho tiempo a hacer una
denuncia explícita del nuevo régimen nazi. Tenía esperanzas de recuperar
algunas de sus propiedades y tampoco quería que se prohibiera su obra en
Alemania. Su editorial, la famosa Samuel Fischer, también lo presionaba porque se
vería seriamente perjudicada, aunque finalmente, siendo además una empresa
«judía» desde el punto de vista nazi, se vio obligada a transferir a Viena la edición de los autores no permitidos, como Stefan Zweig y el propio Thomas Mann, que terminó publicando en el Neue Zürcher Zeitung una condena sin matices el 3 de
febrero de 1936.52 Así, los dos primeros volúmenes de José y sus hermanos, Las historias de Jacob y El
joven José, todavía se pudieron publicar en Alemania en 1933 y 1934;
mientras que el tercero, José
en Egipto, apareció en Viena en 1936 y el último, José el proveedor, tuvo que esperar
hasta 1943.
El 19 de noviembre de 1936 Mann adquirió la nacionalidad checoslovaca y, durante 1937 y 1938, realizó frecuentes viajes
impartiendo conferencias, entre ellos tres a los Estados Unidos, adonde se trasladó en septiembre
de 1938 tras obtener un puesto académico en la Universidad de Princeton. En esta época centró su actividad literaria, además de en la última parte
de la tetralogía deJosé, en la novela Carlota
en Weimar, mientras continuaba con su activismo político: editó la revista
antifascista Mass und Wert (Medida y valor) y escribió
ensayos de oposición al nazismo como «Esta paz», contra los acuerdos de Múnich,54 y contra el mismo Adolf Hitler. En este último («Hermano Hitler»)
es donde aparece la famosa frase, «Donde yo esté está Alemania», que resume su
compromiso y actitud ante el exilio.
La Segunda Guerra
Mundial (1939-1945)
El 1 de septiembre de 1939, Mann celebró el estallido de
la Segunda Guerra Mundial en Saltsjöbaden, Suecia, con Bertolt
Brecht y Helene
Weigel. Todos ellos deseaban la guerra para evitar otro acuerdo como el de
Múnich que abandonaraPolonia en manos de Hitler.56 Sin embargo, escapar de los nazis resultó complicado para Golo, que
se había presentado voluntario para luchar en Francia y había sido hecho prisionero tras su rápido derrumbe, y para Heinrich que también se encontraba en el sur
del país. Finalmente escaparon, vía España y Lisboa, para llegar a Nueva York el 13 de octubre de 1940.
En Estados Unidos era una gran celebridad hasta el punto
de que Franklin y Eleanor
Roosevelt lo recibieron los
días 13 y 14 de enero de 1941 en la Casa Blanca. En
primavera se trasladó desde Princeton a Pacific
Palisades (California) mientras no dudaba en utilizar su
fama para difundir sus ideas políticas sobre la guerra y sus consecuencias, que
en esta época adquieren un matiz cada vez más izquierdista. De particular importancia son sus
alocuciones radiofónicas en el programa ¡Oyentes
alemanes! de la BBC donde, desde fecha tan temprana como enero de 1942, no dejó de denunciar el
proceso de exterminio de los judíos.
Tanto Golo como Klaus se alistaron en el ejército estadounidense. Golo ingresó en el servicio secreto y fue de los primeros en entrar en Alemania, mientras que Klaus participó en la conquista de Italia y, como corresponsal de Stars and Stripes,
fue enviado a Alemania ya en mayo de 1945 donde pudo comprobar el grado de
destrucción que había llevado la guerra. Lübeck fue una de las primeras ciudades devastadas por los
aliados cuando, el 28 de marzo de 1942, la RAF dejó caer sobre la ciudad una mezcla de bombas de alta
potencia e incendiarias que convirtieron en ruinas el casco antiguo, pero al contrario que sus hijos, Mann
no mostró sentirse afectado por los resultados de los bombardeos. En un
programa de la BBC recordó el bombardeo de Coventry y siempre consideró que el haberse dejado arrastrar por Hitler le debía
conllevar a Alemania un justo castigo.
En mayo de 1943 comenzó a escribir Doctor Faustus, obra en la que le
sirvió de asesor para los aspectos musicales Theodor W. Adorno. El 23 de junio de 1944 Thomas Mann y
Katia adquirieron la nacionalidad estadounidense. Ese mismo año apoyó
activamente a Roosevelt en la campaña para las elecciones presidenciales en las que consiguió su último mandato. Mientras tanto siguió viajando y dando
conferencias, como «Destino y misión» (1943), en la que adoptó posiciones más
próximas al marxismo que en ningún otro momento y, más tarde, «Alemania y los
alemanes» (1945) y «Los campos» (1945), sobre los crímenes cometidos en los campos de
concentración que se estaban siendo liberados en esa misma época.
Posguerra
(1946-1951)
Terminada la guerra Mann se mostró remiso a volver a
Alemania, a pesar de que recibió varias peticiones públicas, entre ellas la de Walter von Molo. Estaba bien informado por
sus hijos de la situación interna y también Erika insistió en ello, no solo por
la situación caótica sino por el riesgo de manipulación política por parte de
los aliados. Molo solicitaba su
presencia y ayuda como intelectual, pero también había graves diferencias entre
los exiliados y opositores al nazismo.Bertold Brecht ya le había reprochado en 1943 su indiferencia ante los
opositores demócratas que se habían quedado en Alemania y, en una famosa polémica, el escritor Frank Thiess incluso llegó a contraponer la comodidad de los que habían optado por huir
al extranjero frente a los que sufrieron la guerra desde Alemania. La polémica
se complicaba porque muchos de los representantes del «exilio interior» habían mantenido
grados variables de colaboración con el régimen de Hitler.
El 21 de mayo de 1949, atormentado y adicto a las drogas
murió, el hijo mayor de Mann, Klaus. El 11 de
marzo de 1950 murió su hermano Heinrich.
Aunque a su llegada a Estados Unidos Heinrich había conseguido un contrato como
guionista para Warner Brothers, problemas como el alcoholismo de
su esposa Nelly lo sumieron en problemas económicos tan graves que Katia y
Thomas terminaron por tener que pasarle una asignación mensual.
Regreso a Europa
y años finales (1952-1955)
A finales de la década de los 40 Mann comenzó a sentirse
incómodo en Estados Unidos. Se había desencadenado la persecución macartista y los escritos más izquierdistas de
Mann así como su visita a Weimar, en la zona de ocupación
soviética, le valieron la acusación de «compañero de viaje» («America's
fellow traveler Nr. I») así como de «antifascismo prematuro». Más incómoda
era la situación de Erika, mucho más radical que su padre, que había sido
interrogada por el FBI como sospechosa de agente a sueldo de Stalin y «miembro del partido». Así que finalmente, en julio de
1952, decide instalarse definitivamente en Suiza.
El 18 de julio de 1955, mientras se encontraba en la
localidad holandesa de Noordijk, Mann comenzó a sentir un
fuerte dolor en la pierna izquierda, por lo que se decidió su traslado en avión
a Zúrich. Aunque se le dijo que se trataba de una simple «flebitis», la causa real había sido una trombosis que, en la mañana del 12 de agosto, desembocó en el
desgarro de la arteria abdominal. Murió a las ocho horas
de esa misma tarde acompañado de su hija Erika y de su mujer Katia.
Obra
Basada en la propia familia de Mann, la novela Los Buddenbrook (en algunos de cuyos pasajes el autor utiliza el bajo alemán, hablado en el norte del país)
narra el declive de una familia de comerciantes de Lübeck, a lo
largo de tres generaciones.
En esta etapa inicial de su obra centró la atención en la
conflictiva relación entre el artey la vida, que abordó en Tonio
Kröger, Tristán y La muerte en Venecia, y culminaría posteriormente con Doctor
Faustus. En La muerte en
Venecia describe las
vivencias de un escritor en una Venecia asolada por el cólera; dicha obra supone la culminación de las ideas estéticas
del autor, que elaboró una peculiar psicología del artista.
La montaña mágica (Der Zauberberg, 1924), por su parte, cuenta la historia de un
estudiante de ingeniería que planea visitar a un primo enfermo en un sanatorio
suizo con objeto de hacerle compañía por espacio de tres semanas, que
finalmente se transforman en siete años. Durante este tiempo el protagonista,
Hans Castorp, pondrá en oposición a la medicina y su particular punto de vista
sobre la fisiología humana, se enamorará y trabará relación con multitud de
interesantes personajes, cada uno con sus particular forma de ser e ideología
política. A través de todo ello, Mann hace repaso de la civilización europea
contemporánea. La novela, que empezó a escribir en 1913, muestra su evolución
ideológica durante aquellos años: terminada la guerra retomó la redacción
reescribiendo todo el material anterior e incorporó el impacto que le produjo
la experiencia bélica que había atravesado Alemania.
Mann fue laureado con el Premio Nobel en 1929 principalmente en reconocimiento a la inmensa
popularidad que cosechó tras la publicación de Los Buddenbrook (1901) y La montaña mágica, así como por
sus numerosos relatos breves, aunque en el acto de entrega solo se citó
expresamente la primera de estas obras.
Novelas posteriores: Carlota
en Weimar (1939), en la cual
Mann regresa al mundo retratado por Goethe en Las desventuras
del joven Werther (1774). En Doctor Faustus(1947), el autor toma
como referentes la antigua leyenda alemana de Fausto, así como sus distintas versiones (Christopher Marlowe, Goethe), además de varios elementos de las vidas y obra de Nietzsche, Beethoven y Arnold Schönberg. La novela narra la historia del
compositor Adrian Leverkühn, quien pacta con el diablo para alcanzar la gloria
artística. A través de la trágica figura de su protagonista, Mann traza un
depurado diseño de la corrupción de la cultura alemana de su tiempo, que
acabaría desembocando en los horrores de la Segunda Guerra Mundial.
Obra fundamental es la tetralogía José y sus hermanos (1933–1942), una imaginativa versión de la historia bíblica de José, relatada en los capítulos 37 a 50 del Libro del Génesis. El primer volumen cuenta el establecimiento de la
familia de Jacob, el padre de José. El segundo relata la vida del joven
José, que aún no ha recibido los grandes dotes que le esperan, y su enemistad
con sus diez hermanos, los cuales acaban traicionándolo y vendiéndolo como
esclavo a Egipto. En el tercer tomo José se convierte en mayordomo de Putifar, pero
acaba encarcelado al rechazar las insinuaciones de la esposa de su benefactor.
El último libro muestra al maduro José en el cargo de administrador de los
graneros de Egipto. El hambre atrae a los hermanos de José a este país, y José
organiza hábilmente una escena para darse a conocer a aquellos. Al final, la
reconciliación reúne de nuevo a toda la familia.
Otra novela destacada es Las confesiones del estafador Felix
Krull (1954), que quedó
inconclusa a la muerte del escritor, aunque iniciada cuando era joven escritor,
recuperó la ironía acerca de la naturaleza del ser humano que había
caracterizado muchas de sus obras precedentes.
Los diarios personales de Mann, hechos públicos en 1975,
revelan su lucha interna contra una homosexualidad siempre latente, la cual halló reflejo en sus libros, muy
señaladamente en su conocida obra Muerte
en Venecia (Der Tod in
Venedig, 1912), en la que el envejecido protagonista se enamora de un
muchacho de 14 años llamado Tadzio. En el libro de Gilbert Adair The Real Tadzio, se describe
cómo, en el verano de 1911, Mann se alojó en el Grand Hôtel des Bains de Venecia con su mujer y un hermano, sintiéndose
atraído por un angelical niño polaco de 11 años, llamado Władysław Moes.
Considerado un clásico de la literatura homosexual, Muerte en Venecia ha sido objeto de una película de Visconti y de una ópera de Britten.
Alfred Kerr, crítico alemán
detractor del escritor, se refirió sarcásticamente a la novela, ya que «hacía
de la pederastia algo disculpable si era ejercida por las cultivadas clases medias».75 Mann tuvo en su juventud una estrecha relación con el
joven violinista y pintor Paul Ehrenberg de la que no se conoce su
trascendencia. Sin embargo, el escritor eligió casarse y tener familia. Sus
obras también presentan otros temas sexuales, como el incesto, en la obra El
elegido.
En La
muerte en Venecia, por otra parte, asistimos al simbólico encuentro entre
la belleza y la resistencia al natural declive de la edad, la decadencia, ambas
personificadas en la figura de Gustav von Aschenbach, personaje que actúa al
mismo tiempo como metáfora del ideal de pureza del régimen Nazi (recordando a la vez la crítica de Nietzsche del
ascetismo tradicional, negador de la vida). Mann valoraba igualmente las
aportaciones de otras culturas; adaptó, por ejemplo, una antigua fábula india a una de sus obras, Las cabezas trastocadas.
El influjo de Nietzsche en Mann es fácilmente detectable a lo largo de toda su obra, especialmente
en lo referente a las ideas de Nietzsche sobre la decadencia y las relaciones
entre enfermedad y creatividad. Las dos primeras contribuirían a remediar la
osificación a que había llegado la tradicional civilización de occidente. De esta manera, la «superación» a que alude Mann en la
introducción de La montaña
mágica y la apertura a un
mundo nuevo de posibilidades que se abren ante su protagonista, el joven Hans Castorp, se producen en un contexto, en efecto, de enfermedad, como es un
sanatorio de montaña.
Su trabajo es el registro de una conciencia vitalista
abierta a múltiples posibilidades, es decir, que expone muy bien las tensiones
inherentes a la más o menos fructífera contemplación de dichas posibilidades.
Él mismo lo resumió del siguiente modo, con motivo de la concesión del Premio
Nobel: «El valor y la significación de mi trabajo han de dejarse al juicio de
la historia; para mí no tienen otro sentido que una vida conducida
conscientemente, es decir, concienzudamente».
Tomada en su conjunto,
la carrera de Mann es un ejemplo notable de la «pubertad reiterada» que Goethe
pensó característica del hombre de genio. Tanto en estilo como en pensamiento,
experimentó mucho más atrevidamente de lo que comúnmente se supone. Con Los Buddenbrook asistimos a una de las últimas novelas
al viejo estilo, un paciente y detallista diseño de las fortunas e infortunios
de una familia.
(Henry Hatfield, en Thomas
Mann, 1962)
Narrativa
·
1894 La caída (Gefallen)
·
1896 La voluntad de vivir (Der Wille zum Glück)
·
1896 Enttäuschung
·
1897 El pequeño señor Friedemann (Der kleine Herr Friedemann)
·
1897 El payaso (Der Bajazzo)
·
1897 El diletante
·
1897 Tobías Mindernickel (Tobias Mindernickel)
·
1897 La pequeña Lizzy
·
1899 El armario ropero (Der Kleiderschrank)
·
1900 Luisita (Luischen)
·
1900 El camino del cementerio (Der Weg zum Friedhof)
·
1902 Gladius Dei
·
1903 Tonio Kröger
·
1903 El niño prodigio (Das Wunderkind)
·
1904 Fiorenza (drama)
·
1904 Un momento de felicidad (Ein Glück)
·
1904 Kinderspiele
·
1904 En casa del profeta (Beim Propheten)
·
1905 Horas penosas (Schwere Stunde)
·
1905 La sangre de los Welsa o De
la estirpe de Odín (Wälsungenblut)
·
1908 Anécdota (Anekdote)
·
1908 Accidente ferroviario (Das Eisenbahnglück)
·
1909 Alteza real (Königliche Hoheit)
·
1911 Wie Jappe und Do Escobar sich prügelten
·
1918 Señor y perro (Herr und Hund; Gesang vom
Kindchen: Zwei Idyllen)
·
1925 Desorden y penas tempranas (Unordnung und frühes Leid)
·
1930 Relato de mi vida (Lebensabriß)
·
1933 Historia de Jacob (Die Geschichten Jaakobs)
·
1934 El joven José (Der junge Joseph)
·
1936 José en Egipto (Joseph in Ägypten)
·
1943 José el Proveedor (Joseph, der Ernährer)
·
1939 Carlota en Weimar (Lotte in Weimar)
·
1940 Las cabezas trocadas (Die vertauschten Köpfe – Eine
indische Legende)
·
1944 La ley (Das Gesetz)
·
1951 El elegido (Der Erwählte)
·
1953 Altes und Neues. Kleine Prosa aus
fünf Jahrzehnten
·
1954 El cisne negro (Die Betrogene: Erzählung)
·
1911–1954 Confesiones del estafador Felix Krull (Bekenntnisse des Hochstaplers Felix Krull. Der Memoiren erster Teil);
inacabada
·
1918–1951 Diarios (Tagebücher)
Ensayo]
·
Bilse und ich (1906)
·
Im Spiegel (1907)
·
Friedrich und die große
Koalition (1915)
·
Consideraciones de un
apolítico (Betrachtungen eines Unpolitischen (1918) .
·
Goethe und Tolstoi (1923)
·
Von deutscher Republik (1923)
·
Lübeck als geistige
Lebensform (1926)
·
Theodor Fontane (1928)
·
Deutsche Ansprache. Ein
Appell an die Vernunft. (1930)
·
Goethe als Repräsentant
des bürgerlichen Zeitalters (1932) . En Cervantes, Goethe, Freud
·
Goethe und Tolstoi. Zum
Problem der Humanität. (1932)
·
Goethes Laufbahn als
Schriftsteller (1933)
·
Leiden und Größe Richard
Wagners (1933)
·
Freud und die Zukunft (1936). En Schopenhauer, Nietzsche,
Freud.
·
Vom zukünftigen Sieg der
Demokratie (1938)
·
Schopenhauer (1938). En Schopenhauer,
Nietzsche, Freud.
·
Achtung, Europa! (1938).
·
Dieser Friede (1938) .
·
Das Problem der Freiheit (1939)
·
Dieser Krieg (1940)
·
Oíd, alemanes: discursos
radiofónicos contra Hitler (Deutsche Hörer (1942))
·
Deutschland und die
Deutschen (1945)
·
Nietzsches Philosophie
im Lichte unserer Erfahrung (1947). EnSchopenhauer,
Nietzsche, Freud
·
Neue Studien (1948)
·
Goethe und die
Demokratie (1949)
·
Ansprache im Goethejahr
1949
·
Meine Zeit (1950)
·
Michelangelo in seinen
Dichtungen (1950)
·
Der Künstler und die
Gesellschaft (1953)
·
Gerhart Hauptmann (1952)
·
Versuch über Schiller (1955)
·
Richard Wagner y la
música (Wagner und unsere Zeit), recopilado por Erika
Mann.
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jueves, 24 de septiembre de 2015
La Bitácora del Puerto nº 31
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