La bitácora del Puerto
Un servicio digital de la
Editorial Puerto Libro editorialpuertolibro@gmail.com AÑO V – Nº 40 – mayo de 2016
Capitán a cargo de la bitácora: Eduardo Juan Foutel - Blog: foutelej.blogspot.com
Los capitanes en su cuaderno
de bitácora, permanentemente, dejan debida constancia de todos aquellos
acontecimientos que, de una forma u otra, modifican la rutina diaria. En esta
Carpeta de Bitácora –desde este Puerto-
trataremos de ir dejando nota de aquellos hechos que entendemos son merecedores
de ser destacados.
Hoy recibimos la visita de Marco Denevi, escritor argentino no
valorado en toda su importancia. Hombre de letras que cultivó todos los
géneros, y fue reconocido en cada uno de ellos. Laureado como novelista,
cuentista, dramaturgo y ensayista, obtuvo también reconocimiento dentro del
periodismo, actividad que supo incursionar con éxito.
Es por todo ello que hoy, al
cumplirse un nuevo aniversario de su natalicio, lo recordamos.
Marco Denevi
Marco
Denevi (Sáenz Peña, Buenos Aires, 12 de mayo de 1922 - Buenos Aires, 12 de diciembre de 1998)
fue un escritor y dramaturgo argentino.
Biografía
Hizo la secundaria en el Colegio Nacional
de Buenos Aires y
luego estudió Derecho.
Denevi irrumpió en la literatura cuando tenía ya más de
30 años: Rosaura a las
diez gana en 1955
el Premio Kraft y la novela se convierte de inmediato en un gran éxito que, más
tarde, sería llevado al cine.
Dos años después incursiona en el teatro con Los expedientes, estrenada en
el Cervantes y con la que obtuvo el Premio Nacional de Teatro. Aunque
escribiría algunas otras obras dramáticas, "Denevi dijo haberse dado
cuenta de que no tenía otras condiciones para el teatro que las propias del
espectador de obras ajenas",1 y
acabó abandonando este género literario.
Cuentista, Denevi obtuvo en 1960 el premio de la revista Life en
español por su relato Ceremonia
secreta, que fue traducido a varios idiomas, incluyendo inglés, francés,
japonés e italiano, y adaptado cinematográficamente en 1968, en Reino Unido.
Sobre su estilo se ha escrito que "elementos
característicos de las obras de este «ejercitador de las letras» -como alguna
vez él mismo se ha definido-, siempre admirablemente bien construidas, son los
personajes que bordean lo estrafalario cuando no incurren de lleno en ello, la
ambigüedad de la percepción y el conocimiento, el predominio de la intriga y un
humor que tiende al negro".
Practicó el periodismo político
a partir de 1980, que le proporcionó, según confesaría, "las mayores
felicidades en su oficio de escritor". En
1990 fue presidente honorario del Consejo de Ciudadanos, entidad que promovió
para incentivar la inquietud cívica.
En 1994 recibió el Premio Konex -
Diploma al Mérito en la categoría Novela: Quinquenio 1984 - 1988.
Fue miembro de la Academia
Argentina de Letras a
partir de 1997, donde ocupó el
sillón n.º 13: «José Hernández».
Aunque se presentó él mismo a solo dos premios —los
citados Kraft y Life— recibió otros galardones, como el Argentores1962 por El cuarto de la noche o el de la Comisión de la Manzana de
las Luces.
Obras
·
Un pequeño
café, novela; Calatayud, Buenos Aires, 1966
·
Parque de
diversiones, novela; Emecé, Buenos Aires, 1970
·
Los
asesinos de los días de fiesta, novela;
Emecé, Buenos Aires, 1972
·
Salón de
lectura, cuentos, poesía, teatro y ejercicios de
literatura menor; Librería Huemul, Buenos Aires, 1974
·
Los locos
y los cuerdos, Librería Huemul, Buenos Aires, 1975
·
Obras
completas, Corregidor, Buenos Aires, 1985. Con los
años, se le fueron agregando tomos, hasta completar seis: el primero no tiene
título especial; t2: Cuentos,
volumnen 1; t3: Cuentos,
volumnen 2; t4: Falsificaciones;
t5: Cartas peligrosas y otros
cuentos; t6: Teatro
·
Robotobor, novela corta infantil, con ilustraciones de Antonio
Berni; Editorial Crea, Buenos Aires, 1980
·
Manuel de
Historia, novela, Corregidor, Buenos Aires, 1985
·
Enciclopedia
de una familia argentina, novela,
Sudamericana, Buenos Aires, 1986
·
Música de
amor perdido, novela, Corregidor, Buenos Aires, 1990
·
Nuestra
Señora de la noche, novela, Corregidor,
Buenos Aires, 1997
·
Una
familia argentina, Sudamericana, Buenos
Aires, 1998
Libros de
Relatos

·
Ceremonia
secreta, escrito en 1960, este relato daría nombre
después a una recopilación, prologada por Alberto Manguel, Alianza, Madrid, 1996
·
Falsificaciones, microrrelatos, EUDEBA, Buenos Aires, 1966 (nueva
versión en Catalayud-DEA, 1969; en 1984 Corregidor publica una edición muy
aumentada y corregida)
·
El
emperador de la China y otros cuentos,
Librería Huemul, Buenos Aires, 1970
·
Hierba del
cielo, Corregidor, Buenos Aires, 1973. Contiene
9 cuentos:
·
Charlie; Efímera,
peligro amarillo; Viaje a
Puerto Aventura; Gaspar de
la Noche; Michel; Decadencia y caída; Carta a Gianfranco; He aquí a la sierva de los señores;
y Hierba del cielo
·
Furmila,
la hermosa, cuento infantil, Ediciones de Arte
Gaglianone, Buenos Aires, 1986
·
El jardín
de las delicias. Mitos eróticos,
Corregidor, Buenos Aires, 1992
·
El amor es
un pájaro rebelde, Corregidor, Buenos
Aires, 1993
·
Noche de
duelo, casa del muerto, con un
estudio preliminar, notas y vocabulario de Pedro Luis Barcia; Brami Huemul,
1994
Teatro

Marco Denevi en 1980 (revista Pájaro de
Fuego).
·
Los
expedientes, Talía, Buenos Aires, 1957
·
El
emperador de la China,
Catalayud-DEA, Buenos Aires, 1959
·
El cuarto
de la noche, Catalayud-DEA, Buenos Aires, 1962
Ensayos
·
La
República de Trapalanda,
Corregidor, Buenos Aires, 1989
Adaptaciones
Mario Soffici llevó a la pantalla grande, en 1958 y
con el mismo título, Rosaura a
las diez, película en la que destacaron los actores Susana Campos y Juan Verdaguer. Denevi colaboró en el guion
del filme Los acusados (1960) dirigido por Antonio
Cunill (hijo).
El director de cine estadounidense Joseph Losey filmó
en 1968 una versión del cuento Ceremonia
secreta, al que conservó, en inglés, su título original: Secret Ceremony. El elenco fue
extraordinario: Elizabeth Taylor, Robert Mitchum, Mia Farrow.
En 1976 los productores Oscar Belaich y Germán Klein
interesaron al escritor en un ciclo para televisión de género policial. Denevi
exhumó entonces a un personaje de Rosaura
a las diez, el inspector Baigorri, y ubicó la acción en la década de 1930.
Estaba estructurada en bloques y cada episodio duraba una hora y media en cuyo
tramo final tenía lugar la solución de un enigma. El comisario Plácido Donato proveía material tomado de crónicas de
la Policía Federal
Argentina, la dirección estaba a cargo de Martín Clutet y la protagonizaba José Slavin. Tras dieciséis episodios del
programa, que se tituló División
Homicidios, Denevi se cansó del ritmo impuesto por la producción
y fue reemplazado por la escritora María Angélica
Bosco y el propio
Donato.
La novela Los
asesinos de los días de fiesta fue
adaptada al cine por el italiano Damiano Damiani con el mismo título, pero en español
se le dio el de Ángeles de negro (el internacional fue Killers on Holiday). El estreno
mundial fue en España, el 17 de junio de 2002, con la actuación de Carmen Maura.
Resumen Ceremonia
Secreta
Leonides Arrufat una soltera de 58 años una mañana sale a la calle, vestida de
negro. Dejo una flor en la casa de un niño paralítico y rezo. Deja una rama de
vincapervinca en la casa de Ruth, Edith y Judith y oró. Arrojo hojas de
cineraria en un chalet donde días antes vio un cortejo fúnebre. Luego llega a
la casa de Natividad y le dejo una rama de ortigas lo que significaba una forma
de invitarla a que se mudara a otra parte, ya hace varios meses hacia este
rito; y la odiaba a Natividad porque era protistuta. Pero ese día Natividad se
planto frente a Leonides y la insulto. Leonides sale corriendo como una loca y
toma el tranvía y jura nunca mas pasar por la casa de la mujerzuela. Al lado de
su asiento había una chica que la miraba fijamente a Leonides, pasaban los
minutos y la seguía mirando, tanto que Leonides se sentía amenazada.
Después
la muchacha comenzó a llorar, pero sin parar de mirar a Leonides. El tranvía se
detiene y Leonides desesperadamente, camina por la calle y entra a una iglesia.
La muchacha la había seguido, Leonides se da cuenta y se va de la iglesia y se
dirige al cementerio, y visita la tumba de sus parientes. La chica nuevamente
la había seguido, y abraza a Leonides, la suelta y luego las dos salen del
cementerio. Llegan a Suipacha y llegan a una casona. Entran y se dirigen hasta
el dormitorio. Leonides comienza a ver unas fotos que estaban ahí y en una de
ellas ve a una mujer parecida a ella, y a una niña parecida a la extraña
muchacha. Leonides entiende que la chica pensaba ella era su madre. Luego de
observarse una a las otras, la chica preparo un almuerzo y comenzaron a
charlar. Luego la joven leyó un poema. Leonides se durmió y cuando despierta
cree que todo era una pesadilla. Mientras las dos estaban en el dormitorio,
Leonides probándose vestidos, alhajas y collares, Leonides comenzó a llorar sin
saber porque. Luego escucharon unos golpes, resulta que eran dos mujeres
Encarnación y Mercedes. Leonides le rogó a la niña que no dijera que ella
estaba allí, pero la niña ya había desaparecido, la chica había bajado para
recibir a las visitas. Las dos viejas le reclamaban a Cecilia de haber ido al
cementerio a visitar la tumba de su madre, y que no había ni una flor (Cecilia
es el nombre de la chica, y tenia 23 años). Las viejas le ordenaron a Cecilia
que les haga el té y después de varios reproches se fueron. Luego Cecilia corre
hasta donde estaba Leonides y alegremente le dice que las viejas creen que ella
estaba muerta. (Todavía Cecilia creía que Leonides era su madre).
Días
después Leonides en un buzón encuentra dos cartas: uno dirigido a Andrés
Jorgensen con un sentido pésame y otro dirigido a Cecilia con el saldo de la
cuenta bancaria de 4 millones. Leonides no entendía nada, cuando regreso vino
con muchos billetes en la mano y le dice a Leonides que ya vino del banco, y
Leonides le dice que seguro fue a ver a Fabián, pero Cecilia no entiende quien
era Fabián.
Pasan dos días y regresan Mercedes y Encarnación y quieren llevarse unos vestidos de la mamá de Cecilia. Leonides se encierra en el baño para escucharlas hablar. Días después sale a la calle para buscar a las viejas que vivían en la calle Cochabamba. Cuando vio la Mercedes se cayó al suelo de la impresión que le causo pensar que era Guirlanda Santos, la madre de Cecilia. Cuando las viejas le preguntaron el nombre a Leonides ella le dice Anabela Santos; se hace pasar por la prima del padre de Cecilia. Las viejas le comentaron que Belena (prima de Cecilia) vino a vivir con Cecilia cuando su madre murió, pero le mezquinaba todo, era tacaña como su padre Jam. Belena prima de cecilia contrato a 3 hombres para matar y robar a cecilia, creo una carta, y dijo que tenía que ir al el médico porque se sentía mal.
Pasan dos días y regresan Mercedes y Encarnación y quieren llevarse unos vestidos de la mamá de Cecilia. Leonides se encierra en el baño para escucharlas hablar. Días después sale a la calle para buscar a las viejas que vivían en la calle Cochabamba. Cuando vio la Mercedes se cayó al suelo de la impresión que le causo pensar que era Guirlanda Santos, la madre de Cecilia. Cuando las viejas le preguntaron el nombre a Leonides ella le dice Anabela Santos; se hace pasar por la prima del padre de Cecilia. Las viejas le comentaron que Belena (prima de Cecilia) vino a vivir con Cecilia cuando su madre murió, pero le mezquinaba todo, era tacaña como su padre Jam. Belena prima de cecilia contrato a 3 hombres para matar y robar a cecilia, creo una carta, y dijo que tenía que ir al el médico porque se sentía mal.
Al
regresar, encontraron todo revuelto como si hubieran robado, Cecilia estaba
viva, pero la habían violado. Aparecieron Encarnación y Mercedes a la historia,
amigas de GuirnaldaSantos, le cuentan un supuesto romance que tenia
cecilia con Fabián uno de los hombres que contrato, pero la foto era del marido
de Belena.
Pasaron
los meses y Leonides ya la llamaba hija a Cecilia, salían juntas, se divertían,
y Leonides se parecía aun más a Guirnalda. Una noche Cecilia recupera la
conciencia y desconoce a la supuesta Guirnalda, y se da cuenta que ella no es
su madre. Le cuenta toda la historia a Leonides y muere.
Leonides
pone un aviso en el diario sobre el funeral de Cecilia para que Belena aparezca
en la funeraria. Leonides la espero escondida y la mata. En el dormitorio de
Guirnalda deja el estilete, el vestido manchado de sangre y se puso su vestido
negro y su sombrero y su cartera y se va de la casona.
El
título de la novela se debe a que al final de ésta, la protagonista prepara
toda la ceremonia secretamente para vengar la muerte de un inocente, Cecilia, y
no porque conviven en una ceremonia.
Fin
Su texto completo lo
puede encontrar en este linck
Epidemia de
Dulcineas en el Toboso
[Cuento. Texto completo.]
Marco Denevi
El peligro está en que, más tarde o más temprano, la noticia llegue al
Toboso.
Llegará convertida en la fantástica historia de un joven apuesto y
rico que, perdidamente enamorado de una dama tobosina, ha tenido la ocurrencia
(para algunos, la locura) de hacerse caballero andante. Las versiones, orales y
disímiles, dirán que don Quijote se ha prendado de la dama sin haberla visto
sino una sola vez y desde lejos. Y que, ignorando cómo se llama, le ha dado el
nombre de Dulcinea. También dirán que en cualquier momento vendrá al Toboso a
pedir la mano de Dulcinea. Entonces las mujeres del Toboso adoptan un aire
lánguido, ademanes de princesa, expresiones soñadoras, posturas hieráticas. Se
les da por leer poemas de un romanticismo exacerbado. Si llaman a la puerta
sufren un soponcio. Andan todo el santo día vestidas de lo mejor. Bordan
ajuares infinitos. Algunas aprenden a cantar o a tocar el piano. Y todas, hasta
las más feas, se miran en el espejo y hacen caras. No quieren casarse. Rechazan
ventajosas propuestas de matrimonio. Frunciendo la boca y mirando lejos, le
dicen al candidato: "Disculpe, estoy comprometida con otro". Si sus
padres les preguntan a qué se debe esa actitud, responden: "No pretenderán
que me case con un cualquiera". Y añaden: "Felizmente no todos los
hombres son iguales". Cuando alguien narra en su presencia la última
aventura de don Quijote, tienen crisis histéricas de hilaridad o de llanto. Ese
día no comen y esa noche no duermen. Pero el tiempo pasa, don Quijote no
aparece y las mujeres del Toboso han empezado a envejecer. Sin embargo, siguen
bordando al extremo de leer el libro de Cervantes y juzgarlo un libelo
difamatorio.
FIN
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