jueves, 4 de febrero de 2016

La Bitácora del Puerto Nº 35

 
        La bitácora del Puerto              
Un servicio digital de la Editorial Puerto Libro editorialpuertolibro@gmail.com AÑO  V – Nº 35 – febrero de 2016
Capitán a cargo de la bitácora: Eduardo Juan Foutel  - Blog: foutelej.blogspot.com

Los capitanes en su cuaderno de bitácora, permanentemente, dejan debida constancia de todos aquellos acontecimientos que, de una forma u otra, modifican la rutina diaria. En esta Carpeta de Bitácora –desde este Puerto- trataremos de ir dejando nota de aquellos hechos que entendemos son merecedores de ser destacados.
Hoy, con el calor del verano, traemos una marplatense que sumada a otras personalidades de la cultura, han provocado un aporte significativo. La personalidad de hoy es

Patricia Mabel Area        
EnCuentos está constituido por un grupo de profesionales y autores independientes que mediante su valioso aporte ayudan a recopilar, en un sólo lugar, literatura y material de todas las épocas, para padres -que en algún momento fueron niños- e hijos que, mediante la lectura, se convertirán en algún momento en mejores padres.




 
Queridos amiguitos: Ésta es la historia del mar-¡tan emocionante que no lo van a poder creer!
En el mar hay todo tipo de peces,  todos mas coloridos y raros y de los tamaños mas variados. Yo soy el hada del mar, mi nombre es Bella y vine a este precioso mar a cuidar a mis amigos los peces… este es el mar más azul y cristalino que hayan visto.
Un día estaba nadando muy plácidamente, cuando veo a lo  lejos algo de color naranja con rayitas verdes. Me acerqué muy despacito y para mi sorpresa vi. lo más hermoso que se puedan imaginar. Un pez chiquito, pero muy bello como mi nombre. Cuando llegué a donde estaba me di cuenta que no se sentía bien, lo abracé y le pregunté qué le había pasado y cómo se llamaba. Para mi sorpresa emitía un sonido raro, extraño que yo nunca había escuchado, le volví a preguntar y me hizo el mismo gemido. Comprendí entonces que era sordo mudo, le empecé a hablar de frente y despacito y me entendió. Empezó a mover su boquita y me dijo que tenía una aleta lastimada y que su mamá había ido a buscar  ayuda , le dije que me quedaría con el hasta que llegara y se puso muy contento. Su nombre era Simón.
Al cabo de un tiempo, se empezaron a  juntar todo tipo de pececitos y Simón les contaba  cómo era su vida al ser sordomudo y no poder escuchar a nadie.   Nadie entendía y el pequeño pez les hizo señas para que se tapasen los oídos para que así lo pudiesen comprender. También les dio a entender que su mamá le había enseñado todo lo que tenía que hacer para poder tener una vida normal y que todos pudieran jugar con él.
  – En realidad – prosiguió hablando por señas Simón – todos somos iguales,- solamente que no escucho. Haciéndoles una broma prosiguió: 

  – Como muchos de ustedes, que hacen que no escuchan a su mamá cuando los manda a hacer algo ..ja! ..ja!.. Rieron, los amigos nuevos de Simón ¡Qué lindo ver tantos colores juntos!. Pensó Bella.
   Era ya la tardecita cuando vino la mamá de Simón, muy nerviosa, porque pensaba que su hijo estaba solo- Se sintió tan emocionada de ver tanta cantidad de amiguitos y todos le decían que Simón era muy dulce y que querían volver a verlo y que le contase, aunque fuere por señas, más historias.
   Simón se fue con su mamá y papá, quienes se dieron cuenta que su hijo ya está listo para la vida y que le habían enseñado bien para que pudiese desarrollar su inteligencia, y que todos lo entendiesen. Lo abrazaron muy fuerte y se fueron los tres moviendo sus colas. Bella miró todo el espectáculo,  al ver cómo se iban los pececitos con sus diversos y brillantes colores y pensó en qué hermoso era el mar y cuántas  cosas uno puede aprender de los demás, como dijo Simón: si sabemos escuchar.  ¡Qué día hoy!
 

Patricia Mabel Area        

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