lunes, 26 de enero de 2015

"El secreto mejor guardado" de "Cuentos de aquí, de allá y del más allá"



EL SECRETO MEJOR GUARDADO


Marcos se acercó a su madre y le dijo:
-Tomá es para que compres más comida.
La madre miró lo que su hijo ponía en su mano; era dinero, mucho para alguien de dieciséis años que no trabajaba ni hacía changa alguna.
Esta escena se repitió muchas veces y su madre, preocupada por el origen de ese dinero, un día lo siguió temiendo que por la tentación de dinero fácil hubiera entrado al mundo del delito.
Grande fue su sorpresa cuando vio a su hijo entrar a un gimnasio, pero como en muchos de estos centros se distribuyen distintos tipos de drogas, quiso saber más e ingresó para ver qué hacía su hijo en ese lugar.
Las sorpresas siguieron. Primero, cuando vio a Marcos subirse a un cuadrilátero vestido como un boxeador y con guantes de box en sus manos; segundo, cuando detrás de la puerta por la que había ingresado se encontró con un afiche que anunciaba un encuentro donde su hijo era uno de los combatientes.
Rápidamente abandonó el gimnasio y se dirigió a su casa porque tenía mucho que pensar, muchas preguntas y pocas respuestas.
Más tarde, con la caída del sol, Marcos regresó a su casa como todos los días. Ahí estaba Mamá, sentada en una silla del comedor esperando el momento.
Las preguntas de la madre y las respuestas de su hijo fueron las lógicas y habituales en esos casos. ¿Por qué no me dijiste…? Porque te ibas a preocupar. ¿Qué se te dio por hacerte boxeador? Bueno, primero que soy bueno en eso y segundo que desde que murió Papá en esta casa siempre está faltando algo y creí que era la forma  de que no falte nada.
Bueno, las preguntas siguieron y las respuestas también y, como cuestión positiva Marcos supo encontrar en la familia comprensión y apoyo.
Blanqueada la situación, Marcos siguió combatiendo con gran éxito en los circuitos informales y tiempo después ingresó como Boxeador profesional.
Las peleas se sucedían y los triunfos lo llevaban en una carrera ascendente y no pasó mucho tiempo cuando el trofeo en juego ahora era el nacional.
Mientras tanto, Marcos se había transformado en un famoso púgil y su fama hizo que muchos se acercaran a él. Entre todos,  mujeres y entre ellas, una muy especial de la que se enamoró y no tardó en buscar el visto bueno de su madre.
Con su aprobación y la de ambas familias, Marcos y Juana se casaron y no tardaron más que los tiempos “legales” para recibir al primero de sus tres hijos del matrimonio.
Paralelamente, Marcos seguía con su carrera deportiva. El día del combate por la corona nacional, nacía su primer hijo. Doble alegría.
Así la carrera de la revelación argentina, Marcos Coronel, llega a la instancia del cinturón americano, trofeo que finalmente logra en México venciendo a José Francisco “Alacrán” Giménez en la quinta vuelta por un inapelable fuera de combate.
Pasaron solo cinco peleas incluidas las defensas del título, cuando califica para el máximo trofeo del Mundo.  
Mientras tanto, Juana comandaba el hogar. Ella fijaba las pautas de convivencia y de alguna forma diseñaba el futuro de su familia.
Del mucho dinero que ya ganaba su marido lo administraba con criterio e invertía también mucho porque siempre supo que la carrera de un boxeador podría truncarse en cualquier momento y no quería dejar a sus hijos sin futuro.
Así, buscándoles el mejor destino a sus hijos, los mandó a las mejores escuelas y colegios para que obtengan la mejor educación.
Pero este liderazgo fue ejercido con tanto criterio y solvencia que Marcos -mimado y contenido en casa por Juana y sus hijos- nunca advirtió el enorme poder que su esposa había desarrollado.
El gran día estaba en la cuenta regresiva. Los canales de deportes no hacían otra cosa que hablar del fenómeno argentino. De este campeón que nunca conoció, a lo largo de su carrera, el frio de la lona por el conteo de los diez segundos reglamentarios.
Invicto y muy entero, desde todo punto de vista, Marcos llegaba a pelear por el máximo galardón.

El día llegó y mientras en los camarines el manager y su equipo preparaban al campeón para esa noche y un futuro lleno de gloria, Juana mantenía una reunión secreta con el médico personal de su esposo con quien, más allá de discrepar respecto al porvenir de su familia, finalmente aquella supo obtener el resultado buscado.
Su ingreso a la arena fue tan aplaudido y vitoreado como al abandonarla ya que luego de quince rondas por fallo unánime Marcos Coronel fue coronado como nuevo el campeón.
La Prensa deportiva pronosticaba un largo reinado.
Pasaban los días, los meses largos y pese a que había desafíos formales, Marcos –no obstante no abandonar el gimnasio- había limitado su fuente de ingresos a la publicidad. Pasado el año y medio, el Campeón  anuncia su retiro y con ello la vacancia del título.
En la conferencia de prensa que anuncia el retiro del púgil, estaba a la derecha del Campeón su médico personal y a la izquierda, su preparador físico. Su representante estaba ausente.
Luego de su retiro, pero no por mucho tiempo, las presentaciones del Campeón en distintos eventos y programas televisivos lo proveían de algún dinero.
Poco a poco la figura fue desapareciendo de la escena y con ello el olvido cubrió su imagen.
Sus hijos, muy buenos alumnos, poco a poco fueron egresando de la Universidad. El mayor como Médico, el segundo como Abogado y la tercera como profesora de letras aunque su trabajo en realidad fue el de escritora lugar en donde supo encontrar un particular reconocimiento.
Con los años, el apellido Coronel fue relacionado con la Cirugía y especialmente con los trasplantes de órganos. También se lo vinculó con la magistratura y porque no decirlo,  con las letras.
Así, solo en investigaciones biográficas aparecen estos hermanos como hijos de aquel gran campeón, y para los periodistas deportivos, Coronel fue un boxeador extraordinario y padre ejemplar que supo formar una familia  con gran reputación.
Pasaron los años y Juana, de avanzada edad, fallece y con ella se sepulta el secreto mejor guardado: aquella conversación que mantuvo con el Dr. Acevedo, médico personal del boxeador.    
                                                                          
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   Diciembre 29/ MMX   

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